Empezó a crecer, entre hierba y tierra, entre animales y los olores del campo...creció entre golpes del maestro en sus piernas y trabajando desde los 6 años. Me pregunto si por eso tendrá ese carácter tan propio de el .
Siguió si vida, termino la escuela, pero nunca dejo de trabajar. Encontró el amor como a los 20 años, se casó, tuvo dos hijos...casi 3 años después encontró a su mujer y a su mejor amigo en su cama.
Pasaron los años y volvió a iluminarse su vida con otra mujer, se casó y tuvo una hija, formó una familia completa con perro y todo. Sufrió la pena de ser perseguido por unos señores con armas y botas, sufrió por su hija de apenas 3 años y por su mujer que vivía con crisis de pánico...Paso el tiempo viendo crecer su familia, entre protestas e injusticias vio a su hija avanzar en la vida.
Este hombre fue feliz, tenía una hermosa familia, un trabajo estable y esperanza de nuevo. le encantaba el silencio, escribir poesía y leer muchos libros.
Le enseño estas últimas a su nieta, quién lo recibió como el mejor de los regalos intangibles de la vida...a ella le contaba sus historias , le enseñaba de flores y árboles, de la gente y los acentos de las palabras.
Este hombre se sienta en las tardes a mirar por la ventana que construyó el mismo hace años, piensa en la vida...y se duerme con unos alarmantes ronquidos....se da cuenta que esta viejo y le da nostalgia el paso del tiempo.
Un viejo aquel...ese viejo aquel....mi viejo aquel, mi abuelo... el que hoy mira con su mirada cansada y perdida, el que vivió las injusticias y las alegrías de una vida entera...mi abuelo, mañoso y porfiado, inteligente y tolerante, sin duda el sabio que supo aprender de la vida y que espero sepa reconocer sus errores.